martes, 6 de octubre de 2009

El maravilloso mundo del placer


¿Por qué se nos nubla la vista? ¿Por qué temblamos? ¿Por qué sudamos? ¿Por qué apenas podemos articular palabras con sentido? ¿Por que sentimos una gran presión bajo el estómago que nos recorre cada poro de la piel? ¿Por qué el placer es tanto en un corto espacio de tiempo? ¿Por qué luego debe desaparecer? ¿Por qué no arriesgarnos y jugar? ¿Por qué vivir con miedo? ¿Por qué cuando empezamos ya no podemos parar?


Pues...es por una sencilla razón, porque el fin de todo ser humano es la búsqueda innata de la felicidad, un concepto muy subjetivo que, para cada uno significará una cosa diferente. Para unos será el sexo, para otros un solo de batería, para otros una sonrisa del ser amado...

Pero el caso del sexo es especialmente curioso...porque es tan bonito dejar que nuestra imaginación vuele hasta límites insospechados, fantasear, imaginar, volar...sentir, al fin y al cabo. ¿Qué es una sensación sino una creación de nuestra maravillosa y poderosa mente?

Por ello...cuando somos capaces de describir un hecho tan "banal" como es el caso de un beso, de manera que se nos erizan los bellos...es porque lo sentimos, lo deseamos en lo más profundo de nuestro ser...

Cuando todo culmina...llega la calma, la relajación, la sensación de que ahora ya nada nos puede entristecer...que somos felices. Y está muy bien, porque no podemos vivir con el rastro tan inutil que nos dejó nuestro cerebro reptiliano, en el que solo albergamos el miedo, el instinto más puro y cruel de supervivencia... Hay saber sentir...apreciar las pequeñas cosas que nos brinda la vida, intentar ser felices, no con grandes cosas y con muchos lujos, sino aceptándonos tal y como somos y contemplando la posibilidad de cambio...pero sin llegar a obsesionarnos.

Cuando todo acaba...sólo siento un miedo que me corroe y no me deja ser feliz...y es el hecho de que algún día te vayas de mi lado sin decirme ni siquiera una palabra, ni una explicación... Porque eso dolería. Pero, en mi caso, prefiero hacer caso omiso a mi cerebro de reptil y dedicarme más a mi cerebro mamífero que me permite sentir amor, cariño, apego...y a mi neocortex puramente humano, que me permite razonar lógicamente y relizar un viaje introspectivo a través de mis pensamientos y deseos... Por ello, soy feliz. Porque se que estarás a mi lado siempre que te necesite, sea para lo que sea. Y si en algún momento no lo estás, sólo me quedaría aprender de la experiencia...porque tras cualquier impacto fuertemente negativo en nuestras vidas, no hay que entristecer, hay que alegrarse, ya que la lección que aprenderemos, será mayor. Es algo directamente proporcional.

Sin más dilación....gracias a todos los que estais a mi lado tanto en momentos flacos como en mis mejores momentos. Y en especial...gracias a ti ^_^

3 comentarios:

  1. Me superencanta tu primera entrada, me superencantas tú ^^

    Creo que voy a viciarme a tu blog, así que quiero nueva entrada en un breve espacio de tiempo no superior a 48 horas...

    Se te quiere un cacho ^^

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  2. Un uso de la palabra escrita increíble, un mensaje precioso y un sentimiento muy bonito.

    Wolf37 da el visto bueno a este blog jajajaja un besito enorme, me voy a ir pasando :P

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  3. Ains...gracias Wolf! ^^ Me alegro de que te haya gustado. Un beso!

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