Ahora me siento capaz de poder expresar cada cosa que siento, cada cosa que pienso, cada cosa que me invade…porque soy fuerte, porque tengo la seguridad en mi misma. Así que me voy a trasladar a uno de los peores momentos de mi vida.
Cuando pienso en qué es lo que ha pasado, qué nos ha pasado, por qué hemos llegado a esta situación…me invade una gran sensación de “nada” en mí, me siento vacía, incompleta, como un ave cuando le cortan un ala y ya no puede volar…pierde las fuerzas para hacer aquello que antes era capaz. A mí me han arrancado lo más amado, ansiado y apreciado de mi vida: el aire para respirar…tú. Un sentimiento estrepitoso de dolor y de angustia recorre mi piel como un escalofrío y hace que se me ericen los vellos…lágrimas brotan de mis verdes ojos para morir en lo más profundo de mi ser, en la inmensidad de mi alma, tan ilocalizable e inespecífica como me he sentido yo en estas últimas semanas.
Algo ha cambiado dentro de mí, en esencia soy la misma…pero ahora sé que voy a poder conseguir aquello que me proponga, todas las cosas por las que luche, sean insignificantes o importantes, ya que es un calificativo innecesario… Si lucho por algo, es porque lo deseo con todas mis fuerzas y, por tanto, da igual si es algo pequeño…o algo tan grande como tú, como tu amor.
Con estas líneas sólo deseo expresarme con libertad, tranquilidad, cariño y sinceridad, porque eres lo más importante que he tenido en mi vida y por eso te he sobreprotegido, sin darme cuenta de que así estaba consiguiendo justamente lo contrario…perderte y alejarte de mí cada vez más y más…y, poco a poco es lo que ha hecho que nos separemos. Sé que todo no ha dependido de mi, pero sí en gran parte. Mi temperamento fuerte, mi extrema sinceridad, mi gran seguridad…han sido armas muy valiosas para mí en otros terrenos…pero en el amor, el “yo” no importa; lo primordial eres tú. Sin ti, no cabe el amor en mí.
Cuando el mundo te golpea con tanta fuerza y te llenas de dolor, incertidumbre, angustia, te quedas vacía…creer que nada podrá hacerte soñar. Pero el amor que hay en mí ha hecho que eso sea posible, porque te he amado, te amo y te amaré hasta el final de mis días, hasta que mi corazón deje de latir, hasta que mi cerebro deje de mandar órdenes a mis pulmones para que respiren, hasta que un pintor consiga dibujar el sonido de una lágrima al caer.
Lo único que necesito ahora mismo…es llenar ese sentimiento de vacío que tengo tan dentro de mí, como si a fuego estuviese marcado por un amor tan puro, tan sincero y tan fuerte como ha sido el nuestro. Un amor que no se ha ido, pero que me ha dejado grabado tu nombre…y resuena en mi cabeza, en mí ser cada día, a cada momento. Por cada lugar que paso, te veo. Cada melodía que oigo encierra tu voz, tu olor, el sabor dulce de tus labios…la comodidad de tus brazos fundiéndose con los míos en un eterno abrazo.
Creo que nada más puedo decir, ahora me siento bien, ahora estoy tranquila…ahora mis lágrimas reflejan tu imagen…por un momento estamos juntos; por ello las guardaré en mi corazón hasta que decidas volver a por ellas y cubrirlas con tu manto de amor, con tu cuerpo, con tus abrazos, con tus besos…haciéndome estremecer al ritmo eterno y divino de los ángeles…al ritmo de nuestro amor.
Te he amado…te amo…y te amaré…
….y jamás me cansaré de hacerlo.
Porque...sólo quiero quemarme con el dulce sabor de tus labios.
